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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteCamagüey, 13 jul.- Aunque está basada en hechos y personajes reales, Sergio y Serguei es una historia de ficción, así se anuncia desde el inicio de su proyección; sin embargo, luego de verla a nadie le queda dudas de su veracidad, aún cuando Ramiro, el personaje de Mario Guerra, termine volando sin estar en el espacio.

Aquellos hechos quedaron en la mente de Ernesto Daranas hasta que por fin se decidió a escribir sobre los protagonistas de la película, en la cual Héctor Noas termina hablando ruso y el inglés permite que se comuniquen Sergio (Tomás Cao) y Peter, interpretado por Ron Perlman, multilaureado actor estadounidense que entregó su palabra y sus esfuerzos a este filme.

No obstante tales exigencias, el elenco y el colectivo de realización probaron una vez más su talento, no solo por el dominio de los tres idiomas, sino por el modo en que consiguieron uno de sus objetivos fundamentales: que la comunicación entre los personajes fluyera de tal modo que el público apenas se percatara de la lengua que hablan.

Al entendimiento de todos, sobre la base del respeto a la diversidad y al incremento de la autoestima de lo que somos como cubanos y como humanos, tributan innegablemente los largometrajes de Ernesto Daranas.

Ya lo demostraron “Los dioses rotos”, con ese desprejuiciado acercamiento a las realidades de la Habana Vieja, y “Conducta”, con la reivindicación del Magisterio como madre de todas las profesiones, siempre desde la condición humana que nos une a todos.

Sergio y Serguei —cuya premier nacional tuvo lugar en el Cine Casablanca de la cuidad de Camagüey— no podía ser menos que esta obra donde la amistad, vista a través de una hermandad tan real como la de los radioaficionados, supera las miserias materiales y humanas en la lucha por la vida. (Cadenagramonte)