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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteBrasilia, 5 sep.- El fraile dominico y teólogo de la liberación brasileño Frei Betto manifestó su condena al criminal bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba hace casi seis décadas por el Gobierno de Estados Unidos.

Es una blasfemia hablar de democracia e impedir a un pueblo vivir la plenitud de su soberanía; hablar de libertad y asfixiarlo; hablar de respeto y mantener la intervención indebida en (la base naval de) Guantánamo, sostuvo el también autor de unos 60 títulos publicados en Brasil y en el exterior.

El mensaje de solidaridad con la Isla difundido por Frei Betto se suma a otros hechos ya públicos aquí, como el de la Unión Brasileña de Mujeres (UBM) que catalogó el criminal cerco como “una demostración inaceptable de irrespeto a los derechos humanos de un pueblo soberano y ejemplo para el mundo”.

Recordó, además, que varias naciones del orbe cuentan con la contribución del trabajo profesional de los médicos cubanos, que no miden esfuerzos en atender a la población de esas naciones, por ejemplo de Brasil, en lugares de difícil acceso, trayendo beneficios incalculables para la salud de todos.

“Es inadmisible que los Estados Unidos de América mantengan ese bloqueo, dificultando y perjudicando el desarrollo económico de un país, e intentando doblegar a un pueblo aguerrido por hambre y miseria”, enfatizó.

La declaración de la UBM exaltó asimismo que el pueblo cubano nunca cedió ante las amenazas de los gobiernos estadounidenses y continúa denunciando y luchando contra el criminal cerco, que constituye el principal obstáculo para su desarrollo.

El Grupo Parlamentario Brasil-Cuba en el Congreso Nacional también se pronunció contra la hostil política norteamericana - calificada como acto de genocidio por la Convención para la Prevención y Sanción de ese delito, suscrita en 1948 - y detalló que los perjuicios causados por el bloqueo ascienden ya a 822 mil 200 millones de dólares.

Asimismo, el manifiesto de los parlamentarios brasileños instó al Gobierno de los Estados Unidos a “cumplir las 25 resoluciones adoptadas por la comunidad internacional en la Asamblea General de Naciones Unidas, por medio de las cuales los Estados Miembros solicitan poner fin a esa política inútil e inhumana”. (Cadenagramonte)