Pin It

Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteTodo estaba previsto. Como se dice en “buen cubano”, era una “jugada cantada”. Jair Bolsonaro ya recibió la felicitación del Gobierno de Donald Trump por haber interrumpido la presencia de los médicos cubanos en Brasil y ahora, el próximo viernes, podrá abrazarse con el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton.

“Sin duda tendremos una conversación productiva y positiva a nombre de nuestras naciones”, tuiteó Bolsonaro.

Días antes, la subsecretaria norteamericana de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, calificó el actuar de Bolsonaro respecto a los médicos cubanos como “bueno”.

La alianza –declarada– ya estaba pactada, y no por casualidad al nuevo mandatario del gigante sudamericano se le ha llamado el “Trump brasileño”.

No puede asustar a nadie que Washington apoye a este personaje, exmilitar que criticó a la dictadura brasileña por torturar en vez de matar a los prisioneros. Años atrás, Estados Unidos fue el mayor impulsor de los gobiernos fascistas que imperaron en América del Sur. Todavía se recuerda hoy la tenebrosa operación Cóndor, orquestada por la CIA, que mató y desapareció a miles de ciudadanos latinoamericanos.

Bolsonaro, el hombre que ahora es capaz de dejar sin médicos y desprotegidos de planes de Salud a millones de sus conciudadanos, no estudió nunca ni una breve Historia de Cuba y Latinoamérica. No fue capaz de percibir que los galenos cubanos fueron a su país no por pago ni prebendas, sino a salvar vidas, a curar enfermos, sin que importara la raza a la que pertenecen, ni su afiliación política. Más bien, haciéndose parte de ellos, como una familia.

En las reseñas biográficas que aparecen en las redes sobre Bolsonaro hay una que lo tilda de “pasar por loco, histriónico”. El hombre que propuso el fusilamiento de los militantes del Partido de los Trabajadores de Brasil. El que insultó a una diputada de dicho partido, asegurando que “no merecía ser violada por fea”.

Ese es el presidente que tendrá Brasil a partir del 1ro de enero próximo.

Hoy, 27 de noviembre, cuando Cuba recuerda el fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina por las fuerzas de ocupación españolas, llegue a Brasil, a su pueblo, el mensaje de los médicos y el pueblo cubanos de que seguiremos curando personas y salvando vidas, allí donde se reclame nuestra labor solidaria, pero jamás pondremos nuestra dignidad en venta. (Cadenagramonte)