Foto: CubadebateEl conjunto formado por las estrellas de la liga profesional salvadoreña se despidió de su afición esta tarde de domingo arrebatándole una victoria a la selección nacional cubana con pizarra final de seis carreras por tres para cerrar una serie de tres partidos en el estadio Saturnino Bengoa de la capital de ese país.
Carlos Teller, lanzador zurdo próximo a cumplir los 33 años, nacido en Nicaragua y formado como pelotero en El Salvador, se las ingenió para espaciar once imparables y amarrar corto a los antillanos durante todo el choque con lanzamientos rompientes y una recta que llegó a las 90 millas por hora.
Los anfitriones supieron venir de abajo en el marcador anotando cinco carreras de un golpe sacando del box al santiaguero Alberto Bicet, pulverizando las aspiraciones de barridas del elenco cubano.
Jesús Martínez fue el encargado de la estocada final al desaparecerle la bola al relevista Pablo Guillén, cerrando el segundo tercio del partido.
La derrota cubana se une a la larga listade cosas incomprensibles que sucedieron este fin de semana por aquellas tierras teniendo en cuenta la baja calidad de los contrarios. Varias preguntas flotan en el aire dentro de herméticas burbujas sin que nadie pueda responderlas mientras los amantes a nuestro deporte nacional se decepcionan.
- ¿Qué hace un equipo nacional cubano topando con integrantes de una de las ligas de menos calidad en el planeta béisbol? ¿Será que es éste ahora el nivel que tenemos?
- ¿Qué beneficios económicos puede dar un evento donde apenas asisten 500 personas al estadio y ninguna cadena de televisión paga derechos para transmitirlos?
- ¿Qué beneficios deportivos aporta bajar el nivel de competencia en medio de un año donde está en juego la clasificación olímpica?
- ¿Por qué no se aprovechó la oportunidad para darles fogueo a las figuras en desarrollo?
- ¿Cómo es posible, además, salir derrotado en uno de los tres partidos?
¿Quién nos salva?
Con información de Cubadebate