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Foto: RHCFoto: RHCLa Habana, 21 mar.- El sector del transporte es protagónico tanto para el desarrollo socioeconómico de la nación cubana, como para la defensa del país, subrayó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el balance anual del Ministerio de Transporte, correspondiente al año 2018.

«No solo es vital en toda la cadena logística de procesos y servicios productivos del país, sino que además tiene una estrecha relación con una de las problemáticas que a nivel social presenta un mayor número de insatisfacciones en nuestra población: el transporte de pasajeros, lo cual se evidencia también en los propios resultados e indicadores del informe presentado, donde predominan los incumplimientos y situaciones desfavorables», destacó el primer mandatario cubano.

Díaz-Canel recordó que vivimos en un momento de extrema complejidad en el país, a partir de la situación internacional y en particular del área latinoamericana y caribeña, «debido a las ansias de restauración capitalista neoliberal que quiere imponer el gobierno imperialista en el área y toda su agresividad, retórica y amenazas a los gobiernos progresistas de la región, en especial a Nicaragua, Venezuela y Cuba», resalta el periódico Granma.

Insistió en la necesidad de que los cuadros trabajen desde la base con sensibilidad hacia las inquietudes de la población, una cualidad que, dijo, debe primar en estos. «De lo contrario no se tiene la pujanza o proactividad necesaria para tratar de solucionar los problemas. Hay que tener inquietud revolucionaria hacia lo que no tiene una solución, hacia esa demora que enlentece y es causa de insatisfacción».

Para Díaz-Canel es urgente rescatar la cultura del detalle, donde la actitud sea buscar que las cosas tengan perfección, y ello –advirtió el Presidente– pasa por velar que las condiciones sean óptimas tanto en la terminal donde las personas gestionan el transporte, como en las paradas, y en el trato y la calidad de los servicios.

«Hay territorios donde los esfuerzos son visibles, a través de la contribución del 1 %, pero hay otros lugares donde las paradas, por ejemplo, son un desastre, y ese primer contacto con el transporte ya es totalmente ríspido», señaló.

En ello influyen elementos como la fuerza de trabajo calificada, apuntó. «Para la complejidad y el rigor con que tenemos que enfrentar los procesos, lo más lógico es que los cuadros sean graduados universitarios con todo el conocimiento y posibilidades para saber trabajar en procesos y sistemas, para poder ser también proactivos en la solución de esos problemas», dijo.

Sobre este elemento, comentó que es necesario avanzar con el Ministerio de Educación en la discusión de qué carrera diseñar para el transporte, aunque este sector se puede alimentar de varias especialidades.

En este sentido se refirió a los sistemas de becas en Rusia y China, que no han sido aprovechados al máximo y tienen una alta calidad, así como al nuevo diseño del técnico superior, «que puede ser, si se aprovecha bien, una fuerza de trabajo calificada».

Para una administración pública eficiente, Díaz-Canel enfatizó en la necesidad de despejar trabas y que haya menos burocracia en todos los trámites de pasaje, en los procesos que garantizan que los ómnibus, trenes y demás medios salgan con puntualidad, que un servicio se ofrezca como está concebido… «En los procesos hay que determinar qué es lo mínimo a normar para que funcione bien, y controlar más. A veces nos diluimos inventando cosas y luego no se fiscaliza con rigor.

Cuba debe aspirar en un momento no muy lejano –porque ya tenemos las pasarelas de pago, y un grupo de aplicaciones– a que podamos reservar online boletos o solicitar un taxi a través del móvil, ejemplificó.

En materia de comercio electrónico –sostuvo el Presidente– la modernización en las diferentes ramas, desde el automotor hasta el ferrocarril, debe influir en la manera de gestionar el transporte de un modo más eficiente, que podamos saber en tiempo real la localización de cada ruta. Para eso hemos desarrollado también el sistema de flotas, que es una base fundamental de esas plataformas y resulta esencial para el control del combustible.

«Hay que desarrollar una batalla ética contra la corrupción e ilegalidades, fundamentalmente el robo de combustible. Debemos despojarnos de ese problema que muestra como no confiable o creíble la acción de Gobierno. Tiene que haber un encadenamiento del sector estatal con el no estatal de la economía, y en este último que desarrolla la actividad de transporte, hay robo de combustible. Cuando se analizan las ventas de los servicentros las cuentas no dan, estos están promediando por cada carro particular no más de un litro diario, y es inconcebible si están circulando, ¿de dónde sale?», cuestionó con fuerza Díaz-Canel.

«No podemos acostumbrarnos a vivir en el desorden», agregó el Presidente, quien insistió en que el trabajo por cuenta propia debe convertirse en un complemento a la actividad estatal. «La realidad es que, con todos los problemas que tenemos, se continúan transportando más personas por la vía estatal que la privada».

Potenciar los encadenamientos con la inversión extranjera, las exportaciones, el sector no estatal y el turismo, debe ser una prioridad, dijo.

«Para buscar un vuelco a la actividad de la aviación y la marítima hay que ir a la inversión extranjera, pero hacerlo con inteligencia y sin miedo; defender las exportaciones e invertir con eficiencia y lograr que los estudios de factibilidad no sean de deseos, sino que realmente luego rinda lo que estaba previsto», explicó.

Enfatizó en la necesidad de dar seguimiento a la actividad de carga y descarga en los plazos pactados y a explotar más el ferrocarril que es la vía más económica. «Estamos en condiciones de marcar un hito si logramos aprovechar bien el proceso de inversión y los créditos obtenidos».

Manifestó la preocupación sobre el déficit grande de transportación de cemento hacia las provincias orientales del país, muy lejos de las 27 000 toneladas mensuales que se necesitan para cumplir con el programa inversionista y de viviendas. Debe revisarse la organización de los ferrosilos, porque las rotaciones no alcanzan siquiera los 12 días, y disminuir el tiempo de descarga y su limpieza.

Respecto a la actividad marítima resaltó que la premisa es ir recuperando poco a poco el cabotaje e ir rescatando esos pequeños puertos, partes de la actividad económica fundamental de los territorios. Le quitaríamos carga a las carreteras, muchas en pésimo estado, y que además son la vía más costosa, señaló.

Lamó a pensar en otros puntos para la transportación marítima de pasajeros, una vez que vaya recuperándose la flota que necesitamos como país para las condiciones actuales.

En el caso de la aviación civil –dijo– están claras las prioridades, y una de estas es rescatar la imagen de Cubana de Aviación.

De acuerdo con el informe de balance, dado a conocer por Eduardo Rodríguez Dávila, ministro del Transporte, las mayores dificultades en la actividad se concentran en el ferrocarril, mientras que en el transporte automotor se cumple el balance del año solo en un 27 %.

Las causas de la ocurrencia de delitos en el sector están dadas por la ineficacia de los sistemas de control interno, la poca efectividad de los sistemas de seguridad y el actuar negligente de cuadros, funcionarios y trabajadores, señaló.

Comentó que las medidas encaminadas a enfrentar el robo de combustible en el sector resultaron insuficientes. Se notificaron 31 hechos delictivos con una afectación de 70 mil 855 litros de combustible. (Con información de RHC)