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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteNaciones Unidas, 7 jun.- Cuba reafirmó su apoyo a una reforma integral del Consejo de Seguridad de la ONU para hacer de esa instancia un órgano transparente, democrático, representativo y ajustado a la realidad actual.

La representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodríguez, llamó este jueves a eliminar las prácticas excluyentes y garantizar la democratización en las labores y toma de decisiones del órgano de 15 miembros, incluida la eliminación del veto.

Al intervenir en un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre sus métodos de trabajo, la diplomática abogó por la ampliación en las categorías de miembros permanentes y no permanentes, con el fin de incluir a más países en vías de desarrollo.

De acuerdo con Rodríguez, esta instancia debe contar con no menos de 26 integrantes.

La labor del Consejo de Seguridad es una responsabilidad colectiva de todos los estados miembros de la ONU, recalcó.

Si bien se han incrementado las reuniones públicas en el Consejo, continúa la tendencia a trabajar en formato cerrado y a tomar decisiones sin atender los intereses de los países de la ONU, observó la embajadora cubana.

También lamentó que se realicen reuniones con el fin de aprobar una resolución que se sabe no cuenta con el consenso de los miembros.

La diplomática cubana enfatizó en la necesidad de adoptar finalmente un texto que regule el trabajo del Consejo y ponga fin a la condición de provisionalidad que por más de 70 años han tenido sus normas de procedimiento.

Del mismo modo, lamentó que el Consejo de Seguridad siga presentando a la Asamblea General informes anuales que constituyen una mera reseña descriptiva, en vez de tener un contenido explicativo y analítico que permita evaluar las razones de sus decisiones.

Además de un cambio en los métodos de trabajo, el organismo debe ajustar sus funciones al mandato que le fue conferido en la Carta de la ONU y cesar la injerencia en asuntos fuera de su competencia, en particular, los que conciernen a la Asamblea General, agregó.

El Consejo de Seguridad debe centrar su atención en hacer frente a los problemas más urgentes que amenazan a la paz y la seguridad internacionales, subrayó la representante cubana.

Rechazamos la manipulación selectiva de los métodos y prácticas del Consejo en función de agendas de dominación, así como la introducción de temas que no forman parte de la agenda y la politización de algunos asuntos, expresó.

Hasta que no se reforme el Consejo de Seguridad, no se producirá una verdadera reforma de la ONU, enfatizó la embajadora de Cuba.

En ese sentido, precisó, las negociaciones intergubernamentales deben ser transparentes e inclusivas, con el fin de alcanzar consensos.

Para preservar la credibilidad y legitimidad de la ONU, es necesario un Consejo de Seguridad reformado, democrático, transparente y eficiente que represente a los 193 miembros de Naciones Unidas, concluyó.

Según coinciden analistas y países miembros de la ONU, la composición del Consejo de Seguridad no resulta representativa ni refleja la cambiante realidad global.

El Consejo —la única instancia de Naciones Unidas cuyas decisiones son de obligatorio cumplimiento— lo integran 15 países, de los cuales cinco son miembros permanentes y tienen poder de veto: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia. (Tomado de Cadenagramonte)