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En ningún caso como una mera acumulación de trabajos dispersos pues hay dos básicos elementos de homogeneidad en ellos: al tratarse de sucesos referidos a Sola, como generalidad temática, y una sola autoría para todos a cargo de la corresponsal Flérida Isabel Galván.

En cambio, los asuntos tratados internamente discurren en la más total diversidad y polaridad entre sí, desde lo trascendental a lo efímero, desde lo sensacionalista a lo luctuoso, desde lo que participa del interés colectivo contrapuesto al suceso marcadamente individual.

Obviamente no vamos a trazar este análisis de forma comparativa sino escrutando las circunstancias concretas y el desenvolvimiento individual o grupal de las generaciones que nos antecedieron aunque sin omitir los enfoques prevalecientes en la prensa escrita de esa época y valorando los aciertos y limitaciones del profesional.

No hay aspecto dentro del conjunto de trabajos irrelevante, aunque se escriben y se expresan con sencillez y poca riqueza lexical son alusiones que inmortalizan, que dan testimonio de nuestro pasado, que no olvidan al maestro de nuestros padres. Uno puede sentir las cosas de forma distinta; sin embargo, Flérida nos hace imaginarlas representándosenos en la mente esa etapa de aquella Sola que no vivimos.

Una relación al azar de los títulos con que nombraba dichos trabajos y el toque mágico de nuestra imaginación revelan la exactitud de la afirmación: “Grandiosa verbena”, “Torrenciales aguaceros”, “Merecido nombramiento”, “Recordando a Martí en su aniversario”, “Lesionado en juego de pelota ayer”, “Acto de la Iglesia Episcopal”, “Traslado de maestra”, “Distribuidas ayer 236 raciones entre las familias pobres”, “Falleció en Sola persona muy querida”, “Doble triunfo se apuntó Sola vs team Camagüey”, “Estado del cementerio”, “Pequeñas amiguitas”, “Fiesta de Santa Rita”, “Debut del circo Santos y Artigas”, “Temporada de playa”, “Banquete del Club Atlético I. Agramonte”, “Petróleo en Piloto”, “Reclaman los corresponsales camagüeyanos se investigue la agresión a un compañero”, “Terminado parque de Sola”, y así consta la evidencia de 220 textos, de ellos 11 artículos.

Si alguna preferencia pudiera tenerse seleccionaría el subtema concerniente a la instrucción pública, descrito aquí como un panorama modesto, pero acentuador en términos de reconocimiento de ese quehacer esencial: la educación.

Tal vez lo más significativo de este asunto, a través de los escritos consultados, sean los mensajes que confirman respeto y consideración social hacia el maestro y la enseñanza.

“Entre nosotros se encuentra la graciosa `jeune fille`Taty Halife donde es tan estimada en esta por su simpatía. La estudiosa Taty cursa sus estudios en la Escuela Normal de Maestros en la ciudad de Camagüey. Bienvenida.”

Tema y persona a las que da seguimiento periodístico un año después: “Con las más altas calificaciones acaba de graduarse en la Escuela Normal de Camagüey la inteligente señorita Latiffe Halife, hija del conocido matrimonio señor Rogelio Halife y su esposa Filomena de Halife. Nuestra felicitación y éxito en su profesión”.

Rastreo profesional con que aborda otras aristas sobresalientes, como esta descrita en una nota de octubre de 1957, y cuando ya el docente – con residencia fija en Camagüey- no laboraba en el poblado: “Ayer saludamos al señor Antonio Bestard y su amable esposa Olga Pérez de Bestard quienes se encuentran disfrutando de unos días en esta localidad. El estimado señor Bestard ,que hoy ostenta el cargo de director de la escuela `Aquilino Guerra` de Camagüey, fue maestro de distintas escuelas de esta zona, donde supo granjearse el afecto de todos, y por sus ansias de superación y buen maestro ha podido llegar a tan elevado rango. Nosotros solo nos resta desearle éxitos en la nueva dirección”.

Le sigue esta otro comentario de preocupación por la enfermedad de una de las maestras: “También se encuentran guardando cama la señorita Caridad Villalba… Hacemos votos por su restablecimiento”.

Es explicita desde todos los ejemplos la voluntad consciente (o sin conciencia de ello) de enaltecer y valorizar la profesión del maestro y la cualidad de ser estudioso. Siempre estos aspectos subrayan o justifican la noticia. La enfermedad, como en el anterior caso, interesa únicamente porque el enfermo es el maestro, es sobre todo la preocupación de la comunidad, expresada a través del periodista, por su estado de salud y los deseos de pronta mejoría.

Asunto igualmente visibilizado en una circunstancia tan significativa de cada persona como su aniversario de vida, el adjetivo resaltador que define la virtud del niño –el homenajeado aquí- es “estudioso” o en cuestión es el hijo de la maestra o son estudiantes que vuelven de vacaciones.

“Rodeado del cariño de los suyos se verá en el día de mañana con motivo de cumplir sus doce años de edad el estudioso niño Pedrito Nafeh, hijo primogénito del conocido comerciante Pedro Nafeh y su esposa Juana Zenith de Nafeh.

La cronista le desea que pase un día pletórico de venturas y dichas en unión de sus amantes padres”.

Y las que siguen:

Del 19 de diciembre de 1953: “Se encuentran en estas, tres pequeñas estudiantes, las niñas Teresita Cabrera Gutiérrez, Clara Rosa Xiques García y Purita Corredera. Bienvenidas”.

De febrero de 1954: “Para el sábado celebra su cumpleaños la graciosa niñita Xiomara Vargas Biltres, que cumple cuatro años de edad, la que se verá rodeada de mimos y halagos en tan señalado día.

Esta pequeña muñequita es hija de la profesora de instrucción pública señora Caridad Biltres vda de Vargas.

 

Al enviarle nuestra felicitación lo hacemos extensiva a su mamá y a su hermanita”.

O podríamos añadir otras dos nota más: “Se encuentran entre nosotros un grupo de estudiantes que cursa sus estudios en la ciudad agramontina y con motivo de la Semana Santa han regresado para pasar unos días con sus familiares, entre ellos la niña Teresita Cabrera, la señorita Tati Halife y su hermano Omar, Manolo Berrocal y el pequeño Manolo Salgado. Bienvenido a todos”.

“También regresó la señorita Mireya Ferreiro Canals, profesora de inglés que se encontraba en la capital”.Mireya Ferreiro Canals en la escalinata de la Universidad de la Habana.Mireya Ferreiro Canals en la escalinata de la Universidad de la Habana.

La del 17 de marzo de 1956 contiene esta información:“En los últimos exámenes de bordado a mano, verificados en la ciudad de Camagüey, bajo la dirección de sus inventoras las distinguidas señoritas Hilda y Olga Hernández, obtuvieron notas de sobresalientes las siguientes damas y damitas: Georgina Estrada Martín, Josefina Santoló López, Mirella Duque Gainza, Marlena Luna Rodríguez, Elda Luque Estrada, Luz M. Liza Rúa, Elda santos Brounds, Juana Jiménez Hernández, Carmen Pérez Ruíz, , Sara Fonseca Martín, Beatriz Ramírez Loyola, Margot Zayas Díaz, Carmelina Oms Suárez, Mirtha Manzur Thumas, Martha R. Flores Roura y Juanita Oliver.

Felicitación para las nuevas profesoras deseándoles éxito en su profesión. Participamos a estas profesoras que pasen por la oficina a recoger sus títulos”.

Por momentos casi pareciera un registro de anotaciones interminables, pero en esa constancia uno encuentra pequeños resultados de utilidad para confirmaciones posteriores.

“Con notas de sobresaliente aprobó el quinto grado el inteligente niño Orlando Riveròn Piferrer, hijo del matrimonio entre Orlando Riveròn, competente empleado de los Ferrocarriles del Norte de Cuba y su amable esposa Magdalena Piferrer de Riveròn. Muchas felicidades”.

“Arribaron a sus bodas de madera –cinco años- de su feliz unión matrimonial los distinguidos esposos señora Olga Pérez de Bestard, director de la escuela 45, Agramonte. Felicitaciones a granel recibieron en tan grata fecha. Felicidades”.

También de El Camagüeyano en su edición del 8 de junio de 1958:“Con magnificas notas y medallas –entre ellas las de excelencia y alumna eminente- aprobó el séptimo grado en el Colegio Teresiano de Camagüey la inteligente Adelita Juri. Nuestra felicitación extensiva a sus queridos padres”.

“Recientemente fue intervenido quirúrgicamente el estudioso niño Orlando Elio Salgado, encontrándose totalmente restablecido de lo que mucho nos alegramos”.

Del mismo 1958, pero en su edición correspondiente al 12 de octubre subraya:

“Con notas de sobresaliente ingresó en la Normal de Kindergarten de Camagüey, obteniendo uno de los primeros lugares, la estudiosa e inteligente señorita Rosa Guerra Día, a la que felicitamos efusivamente”.

Flérida frente al volante de un tractor. Al fondo, luego de la señalización del crucero Ferroviario, una vista del Bar de Irimía.Flérida frente al volante de un tractor. Al fondo, luego de la señalización del crucero Ferroviario, una vista del Bar de Irimía.

Del día 28 nuevamente un aniversario es pretexto para referirse y reconocer como una actitud positiva a los que estudian:

“Cumplió la estudiosa Mercedes Hernández Acosta, la que se vio muy felicitada por sus compañeros de colegio. Hasta la simpática lectora nuestra felicitación”.

“Muy congratulado se verá en el día de hoy al celebrar su onomástico la simpática señorita Isabelita Jam, alumna del segundo año de la escuela profesional de periodismo Wilfredo Rodríguez Blanca”.

Deben tampoco no olvidarse los aspectos socioculturales de la época, no todos podían ser maestros, la singularidad que eso daba y la jerarquía que ofrecía dentro de una sociedad divida en clases y su impacto-no olvidarlo nunca- en un medio semirural.

“La asociación de padres, vecinos y maestros, eligió la Nueva Directiva (bienio 1954-1955)… Secretaria de actas Caridad Biltres Álvarez; tesorera Caridad Villalba Miranda,…”

Además del alcance social que esa profesión tiene por su misma función, la autoridad moral que un maestro poseía, todo ello en contradicción con la situación salarial de los docentes, la falta de otro tipo de atención estatal y el índice general de analfabetos.

Por otra parte no se trata solo del reconocimiento que se expresa, el reconocimiento que se fomenta, cultivar ese valor de aprecio, educarlo y corroborar el bien que esa divulgación ejerció al comprobarlo hoy en los niños concretos que se mencionan.

Con el título “Aventajado estudiante” se subscriben estos elogios:

“En los exámenes de fin de curso verificados en el Colegio `Verbo Encarnado`en Victoria de las Tunas, aprobó el tercer grado, habiendo obtenido Diploma y medallas, el inteligente niño Manolo Salgado, recibiendo felicitaciones de sus profesores y compañeros. Manolito, alumno aplicado de dicho Centro docente, va conquistando éxitos en sus estudios. Lo felicitamos.”

En la columna “Sola al día” del mismo periódico, pero con fecha del 28 de mayo de 1958 cierra en una aparente nota de cumpleaños la confirmación del anuncio y el reconocimiento anterior hecho cinco años antes:

“El próximo sábado 31 celebrará la fiesta de su cumpleaños el joven estudioso Manolo Salgado Carballeira, aventajado alumno de segundo año de bachiller, hijo del estimado señor Elio E. Salgado C., gerente de la firma `Salgado y Hno.`.

El joven Manolo pasará tan señalada fecha con sus familiares màs queridos sus abuelos el conocido hombre de negocios señor Manuel Salgado y Angelina Castillo de Salgado. Nos anticipamos en felicitarlo.”

La única objeción de trascendencia ética que le resta a dichas elogiosas notas y reconocimientos, es que ninguna mención de las que se hacen o se refieren coincide con el hijo de un cortador de caña o de un carbonero, para citar dos trabajos muy duros, muy humildes y muy dignos, además (el primero) decisivo en la economía de la época y del país; casi todas las menciones de elogio pertenecen a familias con alguna propiedad de establecimientos, de tierras o con profesiones más estimadas socialmente.

No obstante, un mérito muy suyo explícitamente relativo a la identidad y relevante, a pesar de que solo se refiere a una parte de los pobladores ignorando el sector mayoritario - o sea con esa limitación -, es que a Flérida se debe la primera expresión pensada en el uso de un gentilicio para los habitantes del poblado: “SOLEÑOS o SOLEÑA”, que difiere del empleado más recientemente y surgido institucionalmente durante el esplendor de las lejanas “Semanas de la Cultura Cubiteñas”; incluso con él llega a suplantar ocasionalmente sus apelativos denominativos comunes de: “Sociales de Sola”, “Notas de Sola”, “Desde Sola” y “Sola al día” por “SOLEÑAS”.

“Llena de ilusiones y encanto arribará el próximo 19 a la edad de las ilusiones y los ensueños color rosa, la encantadora señorita Nieves Bouza Bercedo, que con su gracia y simpatía empieza a destacarse en `LA SOCIEDAD SOLEÑA` (las mayúsculas son mías).

La señorita Bouzas Bercedo, es hija amantísima del conocido comerciante en esta Localidad, el buen amigo José Bouzas y su esposa María de la Cruz Bercedo.

Para Nieves habrá flores y felicitaciones a granel de sus innumerables amistades, a la que unimos la nuestra, deseándole que su camino sea una estela de dichas y alegrías.”.

“En días pasados celebró su fiesta onomástica el conocido comerciante Elio Salgado Castillo, que goza de afectos y estimación en nuestra `SOCIEDAD SOLEÑA` (las letras capitales nuevamente son del autor).Por tal motivo hubo de recibir innumerables felicitaciones. Aprovechamos estas líneas para enviarle nuestro sincero saludo, aunque un poco tarde”.

Al valorar el conjunto de los trabajos de Flérida, al menos los que han sido localizados y revisados, percibimos no estar frente a un periodismo político, aunque necesario y posible desde luego muy difícil en la mayor parte de los años de esa década, pues sus trabajos encontrados fundamentalmente fueron escritos posterior al golpe de estado de marzo de 1952, donde se perdieron garantías constitucionales como la libertad de prensa.

Por otra parte en su obra –y siempre estamos haciendo referencia a lo encontrado- no predominan los artículos más bien prevalecen las notas cortas, mucho menos escribe para la columna de temas políticos sino para un pequeño espacio de crónica social en las páginas de adentro y finales y no lo hace con un rango de periodista sino con la categoría de corresponsal.

Flérida Galván (Presidenta de la Mesa electoral) durante los primeros comicios electorales de la etapa revolucionaria en 1976.Flérida Galván (Presidenta de la Mesa electoral) durante los primeros comicios electorales de la etapa revolucionaria en 1976.

Es innegable –leyéndolos desde hoy- , que abunda la banalidad temática y que hay atisbos que colaboran con el régimen político de entonces indirectamente. Aun así, el destaque de su significación local le otorga –en mi personal opinión- una amplia zona de valor de signo positivo.

La aparición en el periódico de mayor tirada, y el más importante de la provincia con alcance incluso nacional, del acontecer sociocultural cotidiano del poblado de Sola, unido a otros sucesos de trascendencia particular, y mantenerlos sistemáticamente por una década acumula una referencia histórica de alto interés.

También a su favor -y admirablemente- se aprecia un incesante activismo de Flérida dentro del ambiente de la corresponsalía provincial y nacional, su participación destaca en eventos, convocatorias y la divulgación de estas, promoviendo siempre su quehacer y desempeñando a la vez cargos dentro de las jerarquías y estructuras organizativas del gremio, fue además fundadora de publicaciones territoriales efímeras.

“Queremos enviar un saludo efusivo y muy cordial a la gentil compañera Flérida Isabel Galván, activa corresponsal de los diarios `Mañana` y Él Camagüeyano`, la cual desde el poblado de Sola, en esta provincia camagüeyana, despliega una gran actividad de corresponsalía y en esto casi podía rivalizar con Jorge Julio Rojas, el cual inunda diariamente planas enteras de distintos diarios habaneros y camagüeyanos al igual que con el incomparable Clemente Arias, otro que invade periódicos con sus amenas y gustadas informaciones de la ciudad que resurge, Santa Cruz del Sur.

Felicitaciones una vez más a la compañera Flérida Isabel y le deseamos un sinnúmero de felicidades, al leer esta breve nota.

Mi saludo compañera”.

S®L∑Ñ@S

Flérida Isabel Galván fue una corresponsal de número del periódico “El Camagüeyano” en la década del cincuenta. Aunque por su rango en dicho medio predominan las notas sociales, demostró otras posibilidades y pretensiones. De sus escasos artículos(11) destacan: “Juan Manuel…¡Mato unos toros y se hizo un gran torero”(16 de marzo de 1956), “Niña norteamericana colecciona muñecas de todos los países”(31 de octubre de 1957), “La Rosa Blanca”(19 de mayo de 1953), “Inquietudes de la juventud femenina contemporánea” (2 de diciembre de 1955) en La Voz (publicación local de Morón), “Con gran brillantez se celebraron los actos para festejar el día del corresponsal en la villa de Jovellanos”(1954) y “Muy lúcido el acto del 28 de enero celebrado por las escuelas públicas de Sola(1954). Flérida nació en Sola, localidad de la provincia de Camagüey, el 19 de noviembre de 1931 y falleció el 21 de agosto 1988 a la edad de 57 años. En 1966 fue designada administradora del antiguo cine-teatro Caridad.