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Pasar mucho tiempo sentado o acostado podría incrementar la probabilidad de sufrir deterioro cognitivo y cambios neurodegenerativos asociados con la enfermedad de Alzheimer, sin importar si se realiza ejercicio regularmente, informó la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.).

A esta conclusión llegó un grupo de investigadores tras analizar la relación entre el comportamiento sedentario y el daño progresivo de las neuronas entre más de 400 adultos mayores de 50 años.

Los participantes usaron un dispositivo que monitoreó su actividad durante una semana. Más adelante, los datos se compararon con evaluaciones cognitivas y escáneres cerebrales recopilados durante un seguimiento de siete años.

Los efectos negativos del sedentarismo

Los resultados mostraron que los participantes que pasaban largos períodos de sedentarismo presentaban un peor rendimiento cognitivo, así como una reducción del volumen cerebral, independientemente del nivel de actividad física diaria que realizaba cada uno de ellos. Además, se observó que el efecto negativo del sedentarismo fue más pronunciado en aquellos que portaban el gen APOE-e4, que está vinculado con un tipo más grave de alzhéimer.

"Estos hallazgos sugieren que, más allá del nivel de actividad física, el comportamiento más sedentario es aún peor para la salud del cerebro y la cognición a lo largo del tiempo", indicó la investigadora Marissa Gogniat.

Implementando estrategias

Sin embargo, señaló que una manera de "prevenir la neurodegeneración y el consiguiente deterioro cognitivo", concretamente en personas con una predisposición genética al alzhéimer, es disminuyendo el tiempo que se permanece sentado.

Asimismo, Gogniat indica que "tomar descansos a lo largo del día" y realizar movimientos "para aumentar nuestro tiempo activo" es importante para la salud de nuestro cerebro. Este nuevo estudio fue publicado en la revista Alzheimer's & Dementia. (Tomado de CubaSí)