Washington, 11 ago.- Algunas personas mayores mantienen una memoria equivalente a la de individuos de 50 años, debido a cerebros resistentes y estilos de vida marcados por la sociabilidad, comprueba un estudio publicado hoy en la revista Alzheimer’s & Dementia.
La investigación longitudinal, de un cuarto de siglo de trabajo clínico y neuropatológico, fue liderada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, y se centró en los llamados superagers, personas mayores cuya capacidad cognitiva desafía las expectativas del envejecimiento.
Los investigadores definen a los superagers como personas de 80 años o más cuya memoria episódica -es decir, la capacidad de recordar eventos y experiencias pasadas- es comparable a la de personas tres décadas más jóvenes.
Esta extraordinaria capacidad, lejos de ser un mero capricho biológico, está vinculada a un perfil cerebral distintivo y a ciertos rasgos de personalidad que podrían inspirar nuevas estrategias para preservar la salud cognitiva.
No solo es posible tener una memoria excepcional en la vejez, sino que está relacionada con características neurobiológicas únicas, explica Sandra Weintraub, profesora de psiquiatría y neurología en la Universidad Northwestern y autora principal del artículo.
“Esto abre la puerta a intervenciones dirigidas a conservar la función cerebral incluso en las últimas décadas de vida”.
Desde el año 2000, el Centro Mesulam de Neurología Cognitiva y Enfermedad de Alzheimer ha estudiado a 290 participantes dentro de su proyecto superagers.
Hasta la fecha, 77 de ellos han donado sus cerebros para su análisis post mortem, lo que ha permitido comprender mejor los factores que protegen frente al deterioro cognitivo.
En algunos casos, los científicos detectaron la presencia de placas amiloides y ovillos de proteína tau -los marcadores clásicos del alzhéimer-, pero sorprendentemente estos elementos no siempre afectaban a la memoria.
Para Weintraub existen dos posibles explicaciones: algunas de estas personas presentan resistencia, es decir, no desarrollan las proteínas asociadas al alzhéimer; otros, en cambio, muestran resiliencia, ya que sí las presentan, pero no provocan daños funcionales en su cerebro.
Los cerebros de los superagers no muestran el adelgazamiento de la corteza cerebral típico del envejecimiento.
A nivel estructural, los cerebros de los superancianos no muestran el adelgazamiento de la corteza cerebral típico del envejecimiento.
Incluso presentan una corteza cingulada anterior -una región clave para la toma de decisiones, la motivación y las emociones- más gruesa que la de personas más jóvenes. Además, estos individuos poseen un número superior de neuronas relacionadas con el comportamiento social, y células entorrinales más grandes, esenciales para la memoria.
Aunque sus estilos de vida varían en cuanto a ejercicio físico o alimentación, los superancianos, comparten un rasgo común: una intensa vida social. La mayoría mantiene relaciones interpersonales fuertes y se describe como personas sociables, abiertas y emocionalmente conectadas, lo que podría ser un factor clave para su salud cerebral. (Fuente: Prensa Latina)