National Geographic, 16 dic.- La famosa creencia popular es más un juego de tu mente: lo que parece ser un crecimiento es en realidad una ilusión causada por la deshidratación y el encogimiento de la piel.
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Egipto, 3 dic.- Un equipo de arqueólogos alemanes y egipcios, liderado por los expertos de la Universidad de Tübingen, ha desenterrado la entrada a un majestuoso templo de piedra en la antigua ciudad de Athribis, cerca de Sohag, Egipto. Este hallazgo, que ha captado la atención de la comunidad científica internacional, ofrece nuevos indicios sobre los misterios arquitectónicos y culturales de la época ptolemaica. La investigación, publicada originalmente en Sci.news, detalla las características únicas de esta estructura que datan del reinado de Ptolomeo VIII (182-116 a.C.).
La puerta hacia el pasado
El equipo ha descubierto que la entrada del templo estaba flanqueada por un gran pilono de dos torres, cuyos restos se elevaban originalmente hasta los 18 metros. Aunque gran parte de la estructura fue desmantelada durante el siglo VIII d.C. para su reutilización como cantera, los arqueólogos lograron recuperar elementos significativos de su decoración, como relieves que representan al faraón ofreciendo sacrificios a la diosa leona Repit y a su hijo Kolanthes.
Según el profesor Christian Leitz, director del proyecto, la monumentalidad y los detalles artísticos de esta construcción la convierten en una pieza clave para entender los templos del período helenístico en Egipto.
Entre los hallazgos más intrigantes se encuentra una cámara oculta dentro de la torre norte del pilono. Este espacio, de 6 metros de largo y 3 metros de ancho, fue desenterrado tras retirar un bloque de techo de 20 toneladas utilizando innovadoras técnicas de excavación, como cojines de aire y rodillos de madera. Originalmente, esta cámara servía para almacenar utensilios del templo, aunque más tarde se usó para guardar ánforas.
Una arquitectura única en Egipto
El diseño del templo de Athribis presenta características poco comunes en la arquitectura egipcia de templos. En el pilono se encontró una segunda puerta que conducía a una escalera oculta con al menos cuatro tramos que conectaban con una planta superior ahora desaparecida. Esta disposición arquitectónica, junto con una fachada de piedra caliza finamente tallada, sugiere la existencia de un santuario excavado en la roca detrás del templo.
La decoración jeroglífica de la entrada también resulta fascinante. Incluye representaciones del dios Min, deidad de la fertilidad, acompañado por dos figuras estelares conocidas como decanos, una con cabeza de halcón y otra con cabeza de ibis. Estas figuras, raramente representadas en el arte egipcio, tenían una función astronómica: medir el tiempo durante la noche.
Según Leitz, los relieves y el simbolismo del templo no solo refuerzan la importancia religiosa del lugar, sino que también reflejan una profunda conexión con los ciclos celestes y la fertilidad, pilares fundamentales de la cosmovisión egipcia de aquella época.
Un viaje a los secretos de Ptolomeo VIII
El reinado de Ptolomeo VIII, el monarca asociado con la construcción del templo, estuvo marcado por una mezcla de conflictos dinásticos y avances culturales. Aunque su figura ha sido históricamente controvertida debido a su reputación como líder despiadado, las inscripciones halladas en Athribis muestran un aspecto diferente: un gobernante preocupado por promover la religión y la monumentalidad arquitectónica.
El pilono del templo, con relieves que muestran a Ptolomeo VIII en actos de devoción, parece haber sido diseñado para reforzar su legitimidad y conexión con las divinidades egipcias. Este aspecto resulta especialmente relevante considerando que, durante la época ptolemaica, los faraones de origen macedonio buscaban equilibrar su identidad helénica con las tradiciones egipcias.
Los desafíos de la conservación
La excavación en Athribis ha enfrentado múltiples desafíos, desde la remoción de escombros hasta la conservación de las inscripciones jeroglíficas, muchas de las cuales se encuentran deterioradas debido al paso del tiempo y la extracción de materiales en siglos pasados. Sin embargo, los avances tecnológicos y la colaboración internacional han permitido preservar importantes fragmentos que podrían desvelar más secretos sobre la vida religiosa y cotidiana de esta antigua ciudad.
Además, el proyecto ha impulsado la participación activa de arqueólogos locales, lo que refuerza el compromiso de Egipto con la preservación de su patrimonio histórico. Mohamed Abdelbadia, del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha destacado que el hallazgo no solo aporta información sobre la historia antigua, sino que también refuerza el turismo cultural en la región.
Un hallazgo con proyección futura
Aunque el templo de Athribis ya ha proporcionado un tesoro de información, los arqueólogos creen que aún queda mucho por descubrir. Según el profesor Leitz, existe una alta probabilidad de que detrás de la fachada tallada se encuentre un santuario rocoso intacto. "La más de tres metros de altura de esta fachada y sus detalles decorativos indican que podría haber una puerta oculta que conduce a un santuario inexplorado", afirmó en declaraciones recogidas por Sci.news.
Este posible santuario podría contener artefactos o inscripciones adicionales que arrojarían más luz sobre las prácticas religiosas y la vida cultural de la época ptolemaica, consolidando a Athribis como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Egipto. (Texto y Foto: Cubasí)
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La misión Solar Orbiter, liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la NASA, logró captar las imágenes más detalladas hasta la fecha de la superficie visible del Sol y su atmósfera exterior.
Estas fotografías, tomadas en marzo de 2023 y procesadas recién ahora, ofrecen una visión sin precedentes de las dinámicas del campo magnético solar, las manchas solares y el plasma brillante que conforman nuestra estrella.
Aunque el Sol parezca un cuerpo inerte y sin movimiento, en realidad es dinámico y complejo, que genera energía a través de procesos nucleares en su núcleo. Su influencia se extiende más allá de su órbita inmediata, afectando a la Tierra y a todo el Sistema Solar con fenómenos como el viento solar, las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal.
Comprender estos procesos es crucial para prever sus efectos en nuestro planeta, y misiones como el Solar Orbiter están diseñadas precisamente para desentrañar estos misterios.
Las imágenes de alta resolución fueron capturadas por dos instrumentos clave a bordo de la nave: el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI) y el Extreme Ultraviolet Imager (EUI). Mientras que el PHI toma imágenes en luz visible, mide la dirección del campo magnético y cartografía el movimiento del plasma en la superficie solar, el EUI ofrece una perspectiva de la corona, la atmósfera exterior del Sol, al capturar imágenes en luz ultravioleta.
“El campo magnético del Sol es fundamental para comprender la naturaleza dinámica de nuestra estrella, desde las escalas más pequeñas hasta las más grandes. Estos nuevos mapas de alta resolución muestran la belleza del campo magnético de la superficie del Sol y sus flujos con gran detalle”, destacó Daniel Müller, científico del proyecto Solar Orbiter.
“Al mismo tiempo, son cruciales para inferir el campo magnético en la corona caliente del Sol, que nuestro instrumento EUI está capturando”, enfatizó Müller.
Al ampliar las imágenes captadas por el PHI, la superficie solar, conocida como fotosfera, se revela como una capa de plasma caliente y brillante en constante movimiento. Esta capa emite casi toda la radiación solar que llega a la Tierra y tiene temperaturas que oscilan entre los 4.500 y 6.000 grados Celsius.
Debajo de la fotosfera se encuentra la zona de convección, donde el plasma más denso se agita de forma similar al magma en el manto terrestre. Este movimiento genera un patrón granulado en la superficie del Sol, un detalle visible en las imágenes de alta resolución que ofrece pistas sobre los procesos internos de nuestra estrella.
Uno de los aspectos más destacados de las imágenes son las manchas solares, que aparecen como áreas oscuras en la fotosfera. Estas manchas son zonas más frías debido a que el campo magnético solar interrumpe el flujo de calor desde el interior hacia la superficie.
El magnetograma del PHI muestra cómo el campo magnético se concentra en estas regiones, apuntando hacia adentro o hacia afuera dependiendo de la polaridad. Las partículas cargadas que siguen las líneas del campo magnético dentro de las manchas solares bloquean el movimiento normal de la convección, creando las condiciones para su apariencia oscura. (Texto y Foto: Cubasí)
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