Noviembre, 2020.- Siempre quise escribir para ti, pero que difícil resulta resumir en un texto tú gran personalidad, porque estás en todas partes, así fuiste diseñado Fidel Castro Ruz, para dejarnos sin palabras cuando pensamos en ti, para asombrar a la humanidad cuando te adelantabas a tú tiempo, por eso cabalgamos junto a ese legado e indiscutible continuidad, hasta para eso fuiste sabio.
Me pregunto en las situaciones difíciles, ¿qué dirías ahora ante la crisis de la humanidad por la pandemia que desató la Covid- 19?, y me respondo, dirías con voz firme y pensamiento certero…Cuba salva, y así es, el país aplica ya sus candidatos vacunales Soberana, y perfecciona su sistema de salud, porque así nos enseñaste a prever, a salvar y a compartir lo que tenemos y no lo que nos sobra.
Muchas son las gloriosas páginas de solidaridad que llevan tú firma, a través de los cubanos, dentro y fuera del país, el empuje y la facilidad para demostrarnos que un mundo mejor era posible. Por eso en este cuarto aniversario quiero que te llegue mi luz, esa que emana mi pensamiento diario junto al empeño por ser cada día mejor estudiante y mejor persona.
Qué pena no estar entre los hombres y mujeres que te conocieron personalmente, el tiempo no me permitió lograr ese sueño, pero me dejaste el mejor regalo, sencillo pero a la vez grande que se llama: libertad y Revolución, de allí nació mi orgullo por ser una de tus tantas hijas a las que le diste escuela, salud y paz.
Todavía te veo presente en cada batalla, en mi universidad, en los logros de la ciencia, en la ayuda humanitaria, en las acciones ante el cambio climático, en las cumbres, en el perfeccionamiento del modelo económico, en la producción de alimentos y hasta en cada comunidad frente los huracanes, en fin, te sigo percibiendo en la labor de escalar cada peldaño de esa inmensa escalera que te convirtió en inmortal.
Por eso y más, ¡Gracias Fidel! por ofrecerme la gran oportunidad de asistir siendo una guajirita a la universidad para ejercer lo que con sobrada maestría hacías: el periodismo, como portavoz de la verdad y defensora de este pueblo que te venera y vive el momento histórico para cambiar como tú avizoraras todo lo que debe ser cambiado.
Grandes escritores han hablado de tú obra, yo, intento hacerlo de esta manera, poniendo con el corazón mi modesto granito de arena que es menudo pero inmenso, porque se trata de ti que lo engrandeces todo por pequeño que sea, gracias Fidel por dejarme cabalgar contigo, por permitirme disfrutar tú obra, siempre anhelo tus hazañas y en cada altar pondré una luz por ti, esta es la mía. (Escrito por Daniela Blanco González/Estudiante de Periodismo)
