Panamá, 15 ago (PL) En medio del ajetreo constructivo de edificios que se disputan el récord de altura, remodelaciones y caos automovilístico, la Ciudad de Panamá festeja hoy sus 498 años de fundada por Pedro Arias Dávila.
Pero estos no son los únicos retos que la modernidad le ha impuesto a la primera urbe del istmo; la mala disposición de la basura también atenta contra la belleza de la naturaleza y la transparencia de sus ríos, antaño símbolos icónicos de una urbe que emergió de la selva.
Rodeada de una vegetación exuberante y de animales típicos de esa tupida floresta, la villa capitalina intenta ganarle la batalla a la jungla de concreto, para que los mosaicos decorados y las edificaciones repelladas de antaño vuelvan a florecer, como testigos de la historia.
Esa que data de hace casi cinco siglos y cuenta cómo en 1671 el temible pirata inglés Henry Morgan, atacó, incendió y destruyó el primer centro urbano en Panamá Viejo, para luego refundar la ciudad en el Casco Antiguo, declarado también por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
El conjunto histórico de Panamá Viejo, que abarca 28,5 hectáreas a 20 kilómetros al este de la capital, está formado por la Torre de la Catedral, el Puente del Rey, las ruinas de sus conventos, un hospital, casas y calles empedradas, que contrastan con la modernidad y el verdor de la vegetación.
Paseos, excursiones gratis, desfiles de bandas y de estudiantes ataviados con trajes típicos de las diferentes partes del país, distinguen las celebraciones de este martes feriado, en una metrópoli que recibió tal título en 1519 por el rey Carlos I de España.
En aquella época, la urbe se convirtió en el punto de partida en la exploración y conquista del Perú, además de ser un punto de tránsito para los cargamentos de oro y plata que se enviaban a España.
Y es que desde entonces, esta capital es un punto importante para el flujo y reflujo del comercio internacional, a través del istmo.
Mientras hoy, algunos panameños y extranjeros residentes y de visita aquí aprovechan el día de asueto para recorrer otros sitios emblemáticos como el Canal, la Cinta Costera, la Calzada de Amador y el Cerro Ancón, donde una enorme bandera nacional les da la bienvenida desde el lugar más alto de la ciudad.
Fundada el 15 de agosto de 1519, Panamá es la villa más antigua erigida por los españoles en el Pacífico americano, que con el tiempo logró convertirse en una de las más cosmopolitas y multiculturales del planeta.
Y es que los panameños son el resultado del mestizaje cultural entre chinos, negros afroantillanos, griegos, franceses, árabes, alemanes e italianos, algunos de los principales grupos que llegaron al istmo con sus costumbres y tradiciones.
Su identidad es el reflejo de la relación histórica con España, Colombia y Estados Unidos, o de sus raíces ancestrales con los pueblos originarios, quienes viven en estas tierras desde hace siglos. (Prensa Latina)