Foto: Tomada del perfil de facebook de María del Carmen Castañeda VaronaSierra de Cubitas, 3 feb.- La riqueza del manto freático del territorio ha sido garantía para un estable servicio de agua a las entidades y la población. Los que aquí viven disfrutan, en su mayoría, de una entrega con calidad, y cuando el mismo se ve afectado no es por la falta del vital liquido sino por el combustible que se necesita para llegarle con pipas, algo que distingue al municipio en comparación con otros de la provincia.
Comienzan los meses de sequía y no hay margen para el derroche. El comportamiento de las lluvias en el 2020 no cambió en nada el escenario. A las pocas precipitaciones se unen otros males como salideros y un sobre- consumo por centros de servicios y la agricultura, fundamentalmente.
La Empresa de Acueducto en Sierra de Cubitas tiene entre sus propósitos el manejo y control de los recursos hídricos, con el balance de agua como el instrumento de planificación mediante el cual se mide la eficiencia en el consumo estatal y privado.
En ese sentido, como parte de la política de ordenamiento monetario y cambiario que lleva adelante Cuba, se han establecido las tarifas para el cobro de los servicios que presta el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en el sector doméstico, además se modifican tarifas del cobro del agua a residentes en edificios multifamiliares no metrable.
Otras medidas se aplican con rigor, como la regulación del suministro para el riego agrícola o a comunidades altas consumidoras, el reordenamiento del tiro mediante pipas y el estudio de nuevas fuentes, a fin de atenuar la sequía.
Las acciones están dirigidas a proteger los recursos hídricos, a mejorar la eficiencia en el uso del agua e incrementar su disponibilidad, a garantizar las demandas requeridas para el abasto a la población y la economía, y a elevar la calidad de los servicios
La tendencia en el mundo es tener menos cantidad del preciado líquido para el futuro, debido a las pobres precipitaciones, según afirman los expertos. Al disminuir las lluvias se almacena poco y se puede distribuir una ínfima parte, por tanto ahorrar es deber de todos.