Foto: Galia Nápoles Umpierre Ago, 2018-. El territorio cubiteño, por su condición geográfica, ha servido de escenario en las luchas independentistas gestadas en diferentes etapas históricas tanto las efectuadas por el Ejército Libertador como por el Ejército Rebelde.
Se puede deducir claramente la existencia de actividad mambisa en estas tierras rojas durante las guerras de independencia de 1868 y 1895 dado, en primer lugar, a datos encontrados sobre la presencia de Ignacio Agramonte y Amalia Simoni en la finca Los Güiros, al sur de la Sierra de Cubitas.
Amalia Simoni e Ignacio Agramonte.
Aquí nació su primer hijo Ignacio Ernesto de las Mercedes, y aquí también se vieron por última vez, además estudios realizados cotejando la fecha del segundo alumbramiento de Amalia el 20 de febrero de 1871 de su hija Herminia de la Madre de la Caridad, constatan que fue en este mismo territorio donde fue concebida.
Un hecho histórico que también muestra la existencia de movimiento insurreccional en las montañas del norte camagüeyano es el sucedido el 23 de febrero de 1869 cuando fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando del coronel Jesús Valdés Urra, que incluían dos compañías de los Rifleros de la Libertad, dirigidas por los capitanes Enrique Loynaz del Castillo y Cheno Boza, atacaron en este lugar, posteriormente conocido como Paso de Lesca, a la columna dirigida por el brigadier español Juan Lesca, que había desembarcado el día 18 en la playa La Guanaja y se dirigía a Puerto Príncipe, actual Camagüey.
También en la guerra de 1895, en las sabanas de Cubitas, se desarrollaron importantes combates, entre ellos: El Mulato, Piloto, La Guanaja, El Jigüey y otros, operando en la zona jefes militares como el general de brigada Maximiliano Ramos y el comandante Regino Avilés Marín,(el Cubitero) natural del territorio quien fuera veterano de las guerras de independencia y uno de los 35 hombres que participaron en el “Rescate de Sanguily”, terminando la última contienda militar contra España con los grados de teniente coronel.
Regino Aviles Marin.
La Sierra de Cubitas, imponente ante las llanuras camagüeyanas, se muestra pasiva, tranquila guardando en cada uno de sus accidentes geográficos historias de aquellos que contando solo “¡Con la vergüenza!”, como expresara Ignacio Agramonte, ofrendaron sus vidas para tener hoy esta Cuba libre. Texto Galia Nápoles. Fotos: Archivo
