Foto: ArchivoSierra de Cubitas, 24 dic.- Como reflejo de la entidad local, las diferentes tradiciones del territorio se afianzan cada día gracias al quehacer e influencia de todos sus habitantes en el desarrollo social.
En la comunidad de Pozo de Vilató algunas familias mantienen la costumbre de confeccionar el casabe, aunque es válido destacar que este es uno de los tesoros de dicho poblado que corre el riesgo de desaparecer con el paso el tiempo.
Se conoce que en la ciudad de Camagüey las familias subsistían con la venta de ese producto que era trasladado por los senderos de la sierra a través del Paso de los Paredones en caballos equipados con serones tras duras jornadas de trabajo en las que tenían que reducir la yuca a polvo manualmente mediante el empleo de guayos y otros utensilios confeccionados por los lugareños.
Entre las tareas difíciles que conocen quienes se dedican al elaboración de alimentos naturales se destaca la confección del casabe. Todo comienza en el campo con la cosecha de la yuca que se lleva a la casabería y se le elimina toda la corteza mediante un movimiento rotatorio de una máquina eléctrica que facilita la fricción en el proceso de lavado en canoas con agua limpia y de alta calidad.
Este alimento se consume usualmente tostado, con mayonesa, dulces, mermeladas; mojado con agua de sal acompañado de potajes y salsas o mojado en una especie de caldo confeccionado con subproductos de cerdo, esta última práctica, arraigada en los festejos de fin de año, momento en que la familia se reúne y disfruta la ocasión.
La música campesina, las congas, los rodeos y el juego de dominó son otras tradiciones que identifican a los cubiteños a lo largo y ancho de la geografía del norteño territorio agramontino.