Foto: AutoraMayo, 2020.- Cualquiera puede pensar que cinco mujeres en un equipo no es un número significativo, pero si ese conjunto es de enfermeras resulta todo lo contrario.
Marcia, Caridad, Dinorah, Juliana e Idalia (Chichy) son las campeonas de esta serie donde la Covid-19 no ha podido ganarle el combate en la prevención desde el Policlínico 13 de Marzo en Sierra de Cubitas.
Son incontables las generaciones de cubiteños que estuvieron al cuidado de ellas, las increíbles mujeres mitad artistas, mitad enfermeras, por eso no me asombro cuando las veo frente a sus compañeros en pleno matutino haciendo galas de su talento o en medio del surco desafiando el polvo y el sol de los campos colorados.
Estas féminas lo mismo asisten un parto inesperado que se enfrascan para dejar sano un pie diabético, no se dejan vencer, son los puntales en cada jornada de salud, se adueñan de sus pacientes como las madres lo hacen con sus hijos y sin respetar horarios atienden a cuantos llegan con cualquier dolencia.
Las interconsultas permiten su reconocimiento en todas las comunidades con la receta de poder convertir a base de sabiduría lo imposible en alcanzable, lo difícil en fácil y lo feo en bello, porque hasta en las proyecciones comunitarias son protagonistas fieles.
Las conozco bien, porque tuve el privilegio de disfrutar de sus servicios en diferentes especialidades de la salud y sé de sus hazañas y las bellas páginas que escribieron en los tiempos de misiones internacionalistas en la hermana República de Venezuela.
Estas mujeres que hoy enaltecen las grandes listas de enfermeras que tiene el municipio, no están situadas allí por casualidad ni tampoco fueron escogidas al azar, se han convertido en grandes a inmensa base de sacrificio y profesionalidad. A ellas llegue este sencillo, pero sentido homenaje. Felicidades en su día.
