Foto: Radio RebeldeCienfuegos, 31 jul.- Con 16 años de edad y antecedentes de salud normal, bruscamente en su casa sintió mareos, pérdida del equilibrio y trastorno neurológico.
Danelys Sosa Díaz acude a los servicios del Hospital Provincial Pediátrico Universitario Paquito González Cueto, y luego de una tomografía detectan hemorragia subaracnoidea, relata el Doctor José Rafael Penichet Cortizar, especialista de Segundo Grado en Cuidados y Terapia Intensiva.
“Extremadamente grave a esta edad, y así se comenzó a tratar. Alrededor de las 48 horas solicitamos ayuda de los neurocirujanos, en este caso del Doctor Camacho, de Villa Clara, quien se trasladó de inmediato a esta ciudad.
“Se le hace una reversión exterior y gracias a estos esfuerzos después del tratamiento invasivo neuroquirúrgico logra estabilizarse. Evitamos el re sangrado, que es lo que se produce en estos niños sobre todo, que compromete la vida”, relata el especialista.
La mayoría de estos casos resultan fatales, pero Danelys luego de un mes en la Sala de Terapia Intensiva evoluciona muy bien, en su residencia, en el reparto Pastorita, de La Perla del Sur, y de alta médica, espera la fisioterapia y las posteriores recuperaciones neurológicas.
Al estado le cuesta mucho el tratamiento. Miles y miles de dólares invertidos, aunque nuestro país no cobra nada.
“Por estadía tan prolongada en cuidados intensivos, la gravedad del proceso, la creación de muchos medios auxiliares, como resonancia magnética, tomografía, así como la presencia de neurocirujanos unido a los salones de operaciones y anestesistas”.
No hubo problemas porque ocurrió en Cuba. En otros países el costo, sin Seguro Médico debe ser extremadamente alto.
Una de las enfermeras, Digna Armas, pensó que no podrían recuperarla: “Ha sido un logro de nuestra medicina, increíblemente porque pensamos que la íbamos a perder físicamente”.
Odalys Díaz Reyes, la madre, agradece los cuidados a la Revolución, que también posibilita la formación del personal de la Salud Pública: “A los médicos y a las enfermeras, no tengo palabras con qué agradecerles. Ha sido una atención constantemente”.
Danelys, alumna de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) confiesa la vocación de ser estomatóloga. Pronto continuará disfrutando la vida y retomará sus estudios. (Con información de Radio Rebelde)