Foto: Cadenagramonte.La Habana, 10 de Oct.- El presidente, Raúl Castro, presidió este martes en la ciudad de Santiago de Cuba el acto patriótico por el aniversario 149 del inicio de la Guerra de Independencia y la abolición de la esclavitud en Cuba.
El acto inició con una ceremonia militar donde fueron inhumados los restos del 'Padre de la Patria' cubana, Carlos Manuel de Céspedes y de la luchadora en las gestas independentistas, Mariana Grajales, madre de los Maceo, quienes reposarán junto a los panteones de José Martí y el líder histórico de la Revolución Fidel Castro.
El cambio obedece a que en lo adelante el pueblo cubano y visitantes extranjeros puedan rendirle tributo a Céspedes y Grajales de forma más expedita, junto al que le brindan al Héroe Nacional José Martí y al líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Durante la ceremonia, el historiador de La Habana, Eusebio Leal rememoró el acontecimiento histórico y resaltó pasajes de la vida de ambos héroes
El Padre de la Patria, el padre de todos los cubanos, Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), de familia acomodada, renunció a todos sus bienes para luchar por la libertad de su patria. Dio la clarinada el 10 de octubre de 1868, cuando dejó a sus esclavos libres de decidir si combatían por la independencia de Cuba y dio inicio a la Guerra de los Diez Años.
El 27 de febrero de 1874, Céspedes fue sorprendido en San Lorenzo, Santiago de Cuba (este), por una columna de soldados españoles del batallón de San Quintín, posiblemente conducidos hasta allí por la denuncia de algún informante.
Abandonado a su suerte por la Cámara de Representantes y sin escolta alguna, prácticamente ciego, intenta defenderse, pues no permite que sus enemigos lo capturen vivo, y ya herido de muerte, se despeña por un barranco.
La nombran la Madre de los Maceo, la Madre de todos los cubanos, la Madre de la patria y Martí la llamó Mariana Maceo, apellido de hombres valientes, corajudos, inscritos para siempre en la historia; mas, Mariana Grajales (1815-1893) Cuello brilla con luz propia.
Es precisamente en la lucha donde Mariana trasciende, pues ella rompe con los cánones de su época, como muchas otras, pero con la singularidad de ser la protagonista de momentos cruciales de la vida de la familia y del proceso independentista cubano, en que su actuar realza su moral y su profundo patriotismo.
Fue una mujer grande, no solo porque de su vientre nacieran héroes de la talla de José, Marcos, Julio, Rafael y Antonio Maceo, sino porque los educó para que siguieran el camino que conducía a la libertad de la Patria. Todos ellos, al igual que sus hijas, fueron valientes que enfrentaron con hidalguía y honor la hegemonía del colonialismo.
Para Mariana, quien nació el 12 de julio de 1815 en Santiago de Cuba en el seno de una humilde familia de origen dominicano, la Patria era lo primero y ella y su familia fueron soldados de la libertad.
Para finalizar la ceremonia, Raúl Castro realizó un recorrido por el cementerio donde rindió tributo a José Martí, a Fidel Castro, a los caídos el 26 de julio de 1953 y a los fallecidos en las misiones internacionalistas de la nación Caribeña. (RHC)
