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Foto: JITFoto: JITLa Habana.- EL MÁS grande momento para la ex baloncestista Dalia Henry fue cuando vio aparecer a Fidel en su habitación del hospital Frank País.

A un año de su desaparición física la hoy comisionada rememora para JIT esa conversación en la cual además de preocuparse por su salud el Comandante en Jefe estaba al tanto del desarrollo de esa disciplina.

«Aunque hace un año no lo tenemos físicamente, siempre estará en nuestra memoria y en el deporte cubano. Tuve la gran dicha de tener varios encuentros con él, principalmente cuando acudía a nuestra llegada de los eventos», dijo la morena capitalina que fue la capitana por 15 años de la selección nacional.

«Significó mucho para mí su preocupación cuando regresé de los Juegos Panamericanos de Winnipeg en 1999 con  una lesión en la cervical. Me operaron en el hospital Frank País y el día que me sentaron y pude comer tuve la grata visita de Fidel».

Recordó Dalia que antes en una recepción ofrecida por el presidente de Cabo Verde comenzaron una conversación, siempre interesado por el baloncesto en la rama femenina, por sus resultados.

«Me preguntó qué pasaba con el baloncesto femenino y yo le respondí que estábamos en un buen momento y que solo faltaba un poco de fogueo. Me respondió: “Te entiendo muy bien lo que tú me dices, pero no estoy de acuerdo contigo porque años atrás no se hablaba de fogueo y de preparación. Eso lo dejamos pendiente”.»

Entonces esa tarde cuando se volvieron a ver, reinició la conversación.

«Eso es otra muestra de su grandeza, de sus detalles con cada uno de nuestros atletas. Así siempre fue con todos los deportistas. Ese día hablamos mucho, de mi vida, del deporte, del baloncesto, y hasta vimos el Noticiero Deportivo», rememoró de la grata ocasión.

En toda su carrera pudo recibir siempre el agasajo de Fidel en las llegadas, cargadas de lauros o no, o en las despedidas.

Tuvo Dalia el privilegio de esos momentos y otras anécdotas de invitaciones suyas a recepciones y cenas siempre interesado Fidel en detalles y hasta gustos de su vida personal, la familia.

«Él hasta me preguntó en el hospital por qué no estaba mi mamá, no se le escapaba nada. Ese día se me olvidó que era Fidel y más parecía mi padre en los momentos más duros de mi vida», aseguró Dalia. (JIT)