Cuba ejecuta un grupo de acciones destinadas al fortalecimiento de su sistema de alerta sismológica, como premisa para perfeccionar la gestión de la reducción del riesgo de desastres por ese tipo de evento natural.

Según la información obtenida por Granma en la última jornada del trabajo del XI Congreso Internacional sobre Desastres y la VII Conferencia Internacional de Bomberos, que concluyeron ayer en el capitalino Palacio de Convenciones, entre ellas figuran el completamiento y modernización de la red de estaciones en la región centro-occidental del país, cuyo propósito es crear las bases para realizar los estudios de  paleosismicidad de la falla Pinar, principal estructura sismoactiva del occidente cubano.

El ingeniero Cándido Montenegro Moracén, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), precisó que otra de las medidas contenidas en esa estrategia es completar la red de acelerógrafos en la ciudad de Santiago de Cuba, equipos de suma utilidad a la hora de determinar las aceleraciones del terreno en el momento de ocurrir un sismo.

Se prevé mejorar, además, los sistemas de adquisición y procesamiento de datos en la estación central e incrementar, en la página web del Cenais, la visualización del comportamiento de la sismicidad en tiempo real.

Sobre el tema, el doctor en Ciencias Enrique Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional, enfatizó en que la ocurrencia de un terremoto fuerte en la región suroriental de Cuba se mantiene latente en los próximos años, mientras la actividad sísmica, sin precedentes en el registro histórico e instrumental, observada al norte de la propia región oriental de nuestro archipiélago, debe tomarse en cuenta para los futuros estimados de peligro sísmico en esa parte de la geografía cubana.

La cita, organizada por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y la Jefatura del Cuerpo de Bomberos de Cuba, reunió en La Habana a más de 700 delegados de 11 países, y contribuyó al propósito de socializar investigaciones, resultados y lecciones aprendidas en un amplio número de temáticas en esa esfera.

Resaltan las vinculadas con la prevención y gestión de riesgos de desastres, adaptación y mitigación del cambio climático, uso de nuevas tecnologías en el enfrentamiento a los incendios de grandes proporciones, la cooperación y asistencia internacional, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia y alerta temprana, y la gestión de la reducción del riesgo de desastres ante derrames de hidrocarburos.

(Granma)