Cultura
Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
Sociedades en conflictos, violencia y remanentes de viejas dictaduras son temas recurrentes en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano que se desarrolla hoy en esta capital hasta el 17 de diciembre.
El reflejo de años de incertidumbre, el fantasma de la burocracia y otros vejámenes que padecen pueblos y comunidades, sobre todo, de América del Sur, distingue a las películas concursantes en esta 44 edición del certamen cinematográfico de La Habana, el cual se entregará el viernes sus Premios Coral.
La cinta 'El caso Monroy' (Perú), de Josué Méndez -también productor, director y guionista de series como 'El chapo'-, es uno de esos filmes que trata la corrupción, en esta historia específica, una crítica al sistema judicial peruano y las complejas interioridades de una cárcel de mujeres en Lima, capital del país.
En un (todavía fresco) encuentro con la prensa, parte del elenco de este largometraje intercambió anécdotas y detalles de su trama, desarrollada en un penal, donde el protagonista, Ronnie Monroy, encuentra un nuevo propósito para su vida de jubilado como empleado público.
Todo empieza con un libro de crónica titulado 'Día de visita', explicó el director de la obra, un ejemplar que trata sobre la vida en el interior de esa cárcel.
Hay una de esas narraciones que cuenta sobre este personaje retirado, quien va a la penitenciaria a conocer chicas, un universo oscuro, comentó, y eso existe.
Eso yo no lo conoció, apuntó, hay hombres que visitan estos centros para identificar a internas y ayudarlas a recuperar su libertad, aunque se trata de todo de una perversa realidad de esas personas por la necesidad de poder, relató Méndez.
La película peruana-argentina 'El caso Monroy' tiene en su reparto a tres actrices cubanas con un amplio recorrido en las pantallas de televisión y cine, entre ellas, Maryloly López y Lía Camilo, quienes reconocen el buen trabajo del director para llevar a cabo la historia que compite en el evento fílmico.
El resto del equipo está compuesto por el actor mexicano protagónico Damián Alcázar y las actrices María Zubiri, Wendy Vásquez y Liliana Trujillo, entre otras. La obra se presentó en el Festival de Cine de Málaga y en general, la filmografía de este director ha llegado a Múltiples certámenes cinematográficos.
Al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano le queda mucho aún y otras películas en concurso serán motivo de debates a lo largo de la semana.
El viernes 15 de diciembre se entregarán también los lauros colaterales en el emblemático Hotel Nacional de Cuba en horas del mediodía, mientras, la clausura tendrá lugar a las 18:00 hora local en el cine Chaplin, de esta capital, para así cerrar el concurso. , el cual proyectará al público hasta el 17 las películas concursantes.
(Cubasí)
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Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
Este viernes 8 de diciembre comienza la edición 44 de la más importante convocatoria del séptimo arte en Cuba, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL).
La celebración de la cita sigue siendo un acto de fe, un gesto hacia un público fiel, una declaración de principios. Tradición y contemporaneidad. Permanencia y reinvención. El Festival apuesta por el cine más comprometido de la región, en tiempos de enconados debates culturales, en los que se pretenden imponer esquemas hegemónicos de acceso al arte.
La cita de La Habana es, en ese sentido, acción de resistencia. El concepto de nuevo cine se ha reubicado en las actuales circunstancias, y más que a cuestiones meramente formales, quizás apunte a un redimensionamiento ético. El nuevo cine que asume el encuentro es el que recrea con sus matices la pujante realidad de nuestros pueblos.
Casi 200 obras de 19 países de la región estarán en concurso, de una lista mucho mayor de solicitudes. Las cifras hablan del prestigio del FINCL y también de la vitalidad de un movimiento cinematográfico.
Ciertamente, los esquemas de consumo del cine, como los de todas las artes, han cambiado significativamente en las últimas décadas. En el mundo, y también en Cuba, cada vez más personas tienen acceso a creaciones audiovisuales en sus dispositivos móviles, en la comodidad de sus casas. Hay quien, incluso, puede presumir de tener una gran cultura cinematográfica y nunca ha entrado a una sala de proyección.
Muchos de los festivales de cine del mundo se han mudado a los espacios virtuales, y se apoyan en las bondades de las nuevas tecnologías.
Pero en Cuba las nuevas tecnologías plantean todavía desafíos para buena parte de la sociedad, para el público del cine. No todos pueden acceder a una conexión ideal. Y no todos quieren.
Por eso hay que defender un Festival presencial, aunque el panorama económico imponga austeridad.
En etapas complejas el cine puede mostrar caminos. Y el patrimonio latinoamericano, tantas veces ignorado por las lógicas del gran mercado, ofrece una visión rica y reveladora de la cultura que nos une.
Luz verde para el FINCL que se extenderá hasta el 17 de diciembre. Y aplausos por esa vocación democratizadora, que implica llevar el cine a las calles, arte compartido.
(Trabajadores)
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