Tarja situada en el lugar donde se originó el incendio.Sierra de Cubitas, 18 sep.- Cuenta una leyenda acerca de la maldición lanzada al poblado de Sola, en el actual municipio de Sierra de Cubitas, por una mujer a la que alguien negó el agua y esta condenó al pueblo a incendiarse tres veces, diez años por medio entre uno y otro.
Los habitantes del poblado se horrorizaron de espanto cuando el 18 de septiembre de 1956 a causa de una centella, casi como cumpliendo la profecía, el poblado se incendiaba por segunda vez luego de haber sucedido similar tragedia casualmente 10 años antes el día 3 de septiembre de 1946.
Según testimonio de Eduardo Ferrero, aunque era un niño todavía cuando el primer incendio, el fuego inició en una tienda que estaba situada en una esquina de la calle principal consumiendo con las llamas todas las edificaciones que en aquel entonces eran de madera, entre las que figuraban tres hoteles, y tres farmacias.
Eduardo Ferrero.
Las causas del siniestro nunca fueron identificadas, se tenían hipótesis de que pudo haberse producido por una mecha que tenía el equipo de refrigeración que funcionaba con combustible o tal vez por la caída desde alguno de los estantes de alguna caja de fósforos que en esa época se encendían solo con caer al suelo.
Lo cierto es que después de reconstruido el pueblo y transcurrir el tiempo pactado, según la profecía, en medio de una tarde calmada en la que Eduardo se encontraba laborando en la ferretería perteneciente al asturiano Amador Vega, se siente el ruido ensordecedor de una centella que caía por casualidad en el depósito de combustible de dicho local, donde los tanques habían sido llenado el día anterior, y todavía se hallaba en la especie de sótano que guardaba los depósitos los vapores desprendidos de tan inflamable combustible.
En ese fatídico accidente pierde la vida Amador Vega, quien se encontraba reposando cuando inició el incendio y al que varias personas que trataban de sofocar el fuego vieron correr entre las llamas y fuera encontrado sin vida a causa de un tiro que se dio en la sien, quizás causado por el miedo a la predicción, pues premeditando esto, ya había mandado a hacer otro depósito en las afueras del pueblo.
Eduardo junto a otros amigos en el funeral de Amador Vega.
Pobladores de Sola en el sepelio de Amador Vega.Eduardo accedió a relatarnos la historia vivida por él, la que le ofrecemos para un mejor conocimiento acerca de los verdaderos hechos.
El poeta cubiteño, Santos Rivero, también dejó plasmado lo ocurrido el 18 de septiembre de 1956 cuando por segunda ocasión Sola se ve envuelto en llamas.
Sola en llamas
DÉCIMAS
1
Sola, mi pueblo natal,
por segunda vez la llama
convierte en horrible drama
a tu centro comercial.
Fue el otro suceso igual
aunque menos lamentable,
pero esta vez es notable
la tristeza y el dolor
por la muerte de Amador,
nuestro amigo inolvidable.
2
Una eléctrica descarga vino
sobre su edificio
que originó un gran bullicio
y lamentación amarga.
Produjo una llama larga
difícil de contener,
empeñada en deshacer
los cimientos de la nave
presagiando que algo grave
había de acontecer.
3
Así fue amable lector,
el voraz incendio era
una carta mensajera
de la muerte de Amador.
Y es que ese sabio escritor
que reside en el arcano
no se dirige al humano,
sino por estos ejemplos,
para llamar a sus templos
al ateo y al cristiano.
4
Vega se hallaba dormido
cuando el siniestro ocurrió,
pero que lo despertó
el estrepitoso ruido.
Suponemos que aturdido
por el estruendo y la llama
tomó el arma allí en su cama
la que a manera de artista
lo hizo protagonista
de tan lamentable drama.
5
Seguía ardiendo la bodega
de una manera imponente
mientras José el dependiente
corrió a rescatar a Vega.
Y cuando a su lado llega
exclama con gran horror:
-¡se ha dado un tiro Amador!,
lo hallo grave en el semblante
señores, pero no obstante,
llevémoslo al doctor.
6
Lo llevaron enseguida
a presencia del doctor
quien diagnosticó: Amador,
señores, no tiene vida.
Y es que el instinto suicida
fue tan brusco y espontáneo
que cual a tierno geranio
dejó la bala malvada
totalmente triturada
las frontales de su cráneo.
7
Y mientras esto ocurría
en el regio gabinete
el pueblo estaba en gran brete
y constante algarabía.
La guardia y la policía
luchaba heroicamente
para que el monstruo
vehemente
de allí desapareciera,
pero todo esfuerzo era
inútil completamente.
8
Todo aquello era terrible,
gritos y pitos de alarma
que conmovían el alma
al hombre más insensible.
Aquel fuego inextinguible
en horrible combustión
consumió al Hotel Unión
desde la cima hasta el piso,
la vivienda de Narciso
y la tienda de Ramón.
9
El incendio se extendía
y en una enorme explosión
saltó del Hotel Unión
para la carnicería.
Toda aquella cuadra ardía
en sentido general,
porque aquel fuego infernal
devoró hasta los cimientos
en los establecimientos
de Perfecto y Berrocal.
10
Los bomberos acudieron
de Camagüey y Vigil
y en un esfuerzo viril
a las llamas extinguieron.
Aquellos hombres rindieron
una estupenda labor
porque sin ningún temor
pusieron coto a la llama.
Y así finaliza el drama
que representó Amador.
11
Yace en el sepulcro Vega
que dios lo perdone “amén”
y vendrá dios sabe quién
a disfrutar su bodega.
Esa es la perenne brega
del hombre que no reposa
en una lidia afanosa:
“y es la vida en realidad
nada más que vanidad
y enfermedad trabajosa”
12
En fin, amable lector,
os suplico una y mil veces
que elevéis al cielo preces
por el alma de Amador.
Pidámosle al redentor
que le de descanso y paz
y unidos antes su faz
roguémosle en oración,
porque nuestra población
no vuelva a quemarse más.