Foto: ArchivoMay, 2019.- La comunicación es inherente a la especie humana, pero no deviene objeto de estudio hasta la aparición de estos como medios de información. Desde entonces los mismos han evolucionado con el desarrollo general de la sociedad.
Su puesta en práctica, no solo en las relaciones diplomáticas, sino también, en el funcionamiento interno de las organizaciones, para el cumplimiento de la tarea en la proyección de una imagen positiva ante el público, se apoya en el uso e implementación de variables: flujos, canales, funciones y auditorios.
En toda institución es importante el clima organizacional, éste se refiere al ambiente existente entre los miembros y el grado de motivación.
Por tanto, cumple una serie de funciones que permiten enriquecer la eficacia en toda su actividad interior, lo cual redundará, sin duda, en una mayor competitividad externa de la entidad.
Un buen intercambio producirá una mejora en la interactividad entre las personas, ya sea a nivel profesional en lo relativo a cuestiones laborales, como a nivel particular en lo referente a las relaciones personales.
Es un elemento imprescindible para el desarrollo de la misma, proceso digno de estudiarse para analizar, si se está llevando a cabo de modo eficaz o por el contrario, no está desarrollándose de la manera adecuada para posteriormente, de esa forma, llegar a detectar problemas y plantear soluciones.
El Decreto ley 281, Reglamento para la implantación y consolidación del sistema de dirección y gestión empresarial estatal, Artículo #694 de la Gaceta Oficial extraordinaria de la República de Cuba #41 del Consejo de Estado con fecha 17 de agosto de 2007 en su decreto sobre la continuidad y el fortalecimiento del sistema de dirección empresarial cubano.
